La ventresca de bonito del norte es, por su textura y sabor, una de las partes más apreciadas del bonito.
Conserva artesanal de pesca sostenible.
El mismo día de la captura, se limpian los bonitos y las ventrescas son envasadas una a una con nuestro aceite de oliva especialmente seleccionado para realzar su sabor.
Durante un proceso de maduración mínimo de 2 años, nuestras ventrescas son supervisadas por nuestros maestros conserveros para seleccionar cuando están en el punto óptimo de textura y sabor, para que tengas en tu mesa un producto de excelente calidad, con un sabor y textura inconfundible.